Por Javier García
Tokio, la capital de Japón, es la ciudad más segura del mundo, seguida de Singapur, Osaka, Estocolmo, Ámsterdam, Sídney, Zúrich, Toronto, Melbourne y Nueva York. Así lo afirma un completo informe elaborado por la revista británica The Economist, que también recoge las ciudades que ofrecen menos seguridad: Estambul, Delhi, Moscú, Bombay, Ciudad de México, Riad, Johannesburgo, Ho Chi Minh, Teherán y Yakarta. El estudio también destaca la estrecha relación entre seguridad y riqueza y desarrollo económico aunque, puntualiza, la riqueza de un país no garantiza la seguridad urbana.
Muchos otros factores implican riesgos a la hora de desplazar a los viajeros de negocio o grupos en convención o incentivo, y no sola mente en destino: amenazas climatológicas, crisis económicas, situaciones de inestabilidad política y crisis internacionales relacionadas con la salud como el Ébola, terrorismo o conflictos bélicos pueden ser y son aspectos a tener en cuenta que pueden eliminar un destino del abanico de opciones a la hora de celebrar un evento internacional o programar un desplaza miento.
Incentivos para superar el miedo
Los países, regiones y ciudades afectadas por una situación de este tipo luchan por atraer al posible visitante o captar la atención de la organizadores con campañas de promoción que en muchas ocasiones incluyen incentivos económicos, pero no siempre un precio competitivo o subvenciones para el acto pueden borrar la sombra de la duda. Y lo último que desean el travel manager y el meeting planner es dudar sobre la seguridad de sus desplazados.
Tampoco es fácil hacer desaparecer de la memoria referencias negativas. Lamentablemente, son muchos los destinos, incluso entre los que gozan de gran interés turístico, que actualmente ven mermadas sus aspiraciones en el segmento MICE porque algún conflicto interno vivido en el pasado permanece en las retinas con imágenes que rememoran aquella guerra o situación de crisis.
Mientras, hoteleros, receptivos y otros profesionales que trabajan directa o indirectamente para el sector asisten impotentes al freno o desaceleración en el crecimiento, cuando no a la caída sin remedio del número de visitantes.
Estrategias coherentes
Es, sin duda, un daño irreparable a corto plazo que puede alargarse en el tiempo si el destino no toma cartas en el asunto. Lavar la propia imagen y recuperar la confianza es una labor de años, un problema que se debe abordar con una política consensuada entre instituciones, organismos y proveedores con acciones de promoción y, sobre todo, la instalación de mecanismos que garanticen la seguridad. Porque de esta situación se ven beneficiados otros destinos que aprovechan la coyuntura para ampliar su parte en el pastel.
Sobre este tema hemos entrevistado a:
Rafael García Garrido
Director de Empresas y Eventos de Nautalia Viajes
“El impacto de las cancelaciones puede ser transcendental”
Raúl Muñoz
Director Business Travel & MICE de Best Tours
“Desde el 2011 ha cambiado la percepción del destino seguro”
María Guadalupe Robles
Socia fundadora y directora comercial de Global Event México
“Es crucial diseñar buenos protocolos para gestionar adecuadamente una crisis de
reputación”
Vanesa Rodríguez
Directora BCD Travel M&I España
“Afortunadamente para los organizadores, los destinos son cada vez más competitivos entre sí”