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TEAMBUILDING (O CÓMO CRECER ACOMPAÑADO)

Los participantes no deben ver la actividad como una obligación ya que esto implica una actitud negativa

Por Cristina Cunchillos

La clave está en el nombre: team + building. No se trata de que los empleados aprendan a hacer bombones o a tocar el violín. Ni siquiera de discernir quién puede gestionar un presupuesto ficticio de la forma más efectiva o tomar decisiones en situaciones de estrés. Éstas son sin duda conclusiones interesantes, pero lo verdaderamente esencial en estas actividades es conseguir motivar a los participantes y crear una mayor cohesión del equipo ante el mensaje que la empresa quiera transmitir.

Por eso son muchas las empresas que dan tanta importancia a los programas de team building y no dudan en invertir tiempo y dine ro en su organización… sin embargo, no todas lo admiten. Existe el temor a la percepción de que se está derrochando el dinero en una actividad lúdica donde todos se lo pasan bien pero no se consigue nada. Y ahí es donde se equivocan mostrándose cortoplacistas. Las em presas que organizan programas de calidad certifican que esta inversión repercute de forma positiva en su negocio.

Programas efectivos

Pero, para ello, tiene que ser una actividad de teambuilding efectiva y en la que todos participen. Para conseguir la implicación deseada es necesario que cada uno encuentre su espacio: no todos se sienten cómodos hablando en público o superando su propio sentido del ridículo ante sus compañeros o superiores. Para algunos puede incluso convertirse en una experiencia traumática. ¿Cómo se pue de evitar esto y conseguir los objetivos deseados?

Lo más importante es recordar que un teambuilding nunca debería ser impuesto a los participantes. Si lo ven como una obligación, se dispondrán a vivirlo con una actitud negativa y un inevitable resentimiento que les impedirá abrirse a sus compa ñeros durante la actividad.

Igualmente importante es organizar actividades que sean lo más inclusivas posible y recordar que no todos somos iguales. Un programa de deportes extremos en el que, por ejemplo, los participantes tienen que saltar desde un acantilado al mar puede resultar un subidón de adrenalina inolvidable para algunos pero hacer aterrorizar a quienes tienen mie do de las alturas.

Actividades flexibles

Es posible ser flexible a la hora de diseñar un programa de teambuilding si se incluyen actividades que se puedan adaptar a diferentes tipos de personas y con diferentes intereses. Las agencias que los organizan deben aseso rar a sus clientes y presentar opciones a la medida de los participantes, pero para eso es necesario que conozcan los diferentes perfiles.

Por eso, y al contrario de lo que muchos piensan, a veces no es ni siquiera necesario pensar en actividades complicadas o con un alto grado de sofisticación. Un simple acto social puede ser igualmente efectivo.

Se trata, en definitiva, de sacar a los participan tes de su entorno habitual de trabajo y situar les ante una situación en la que, por una vez, no tendrán que hablar sobre sus obligaciones laborales.

Llama la atención la cantidad de agencias que revelan el poco conocimiento que los participantes tienen en general de lo que hacen sus otros compañeros. En muchos casos hasta superan prejuicios sobre la personalidad de personas que cruzan cada día en los pasillos y con quienes no habían tenido realmente ningún contacto.

Compartir equipo para una acción común, aunque sea para hacer algo que nada tiene que ver con la cotidianidad ni esté directamente ligado a la actividad profesional, es una excelente manera de despertar el interés y conocerse un poco más.

La unión hace la fuerza

En un mundo en el que suele dominar el individualismo y la competitividad agresiva, no está de más recordar la vieja máxima de que la unión hace la fuerza y los mejores resultados se obtienen trabajando juntos. Un equipo motivado es, sin duda, un equipo más productivo y leal a su empresa. Tanto las agencias como sus clientes reconocen que ése es el auténtico valor de los pro gramas de teambuilding.

A la hora de elegir actividades concretas, las que incluyen un componente social están sin duda en boga. Y es que el individuo valora sobremanera sentirse útil en situaciones que suele ver desde el otro lado de la pantalla. Si es su empresa quien consigue hacerle sentir mejor persona mediante una actividad que le vincula a sus compañeros, el objetivo estará conseguido.

Sobre este tema hemos entrevistado a:

Silvana Messina
Gerente de Recursos Humanos de Laboratorio Hidalgo (Argentina)
 “Todos deben participar, independientemente de su personalidad”

Olga Martínez
Directora de Asuntos Corporativos de Mars Iberia
“Las mejores actividades son las que buscan resultados de equipo”

David Heron
Director Adjunto de Black Tomato Agency
“Lo mejor son las experiencias generales que cada uno viva de modo diferente”

Tim Ott
Director General Eventos de Beon Worldwide
“No se deben prejuzgar capacidades cuando el objetivo es construir un equipo”

 

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