La aerolínea ofrecerá hasta 80 frecuencias semanales a 18 destinos en 15 países del continente en diciembre, y reintroduce también el servicio a bordo en toda su red.
Antaño, los viajeros recibían snacks, dulces y bebidas gratuitas a bordo del avión, sobre todo en vuelos de larga duración. Hoy en día las aerolíneas apuestan por lo contrario: que el pasajero abone lo que consume, ya sea como parte de su tarifa o como extra, pero ofreciendo a cambio menús a la altura del mejor restaurante.
Un viaje de larga distancia en clase de negocios es sinónimo de llegar descansado: los aviones más modernos del mercado no sólo gozan de mejores sistemas de iluminación y presurización. Las compañías rivalizan en aquello que el pasajero más aprecia: su asiento y los servicios asociados a él. Habrá quien no se impaciente por llegar a destino.