La proliferación de eventos digitales e híbridos conlleva un mayor riesgo de ciberataques que pueden tener consecuencias devastadoras, tanto para los asistentes, cuyos datos personales quedan expuestos, como para la reputación de los organizadores.
El robo o pérdida del ordenador portátil o del móvil y el uso de redes de wi-fi públicas son algunos de los riesgos más destacados según un informe de CWT.