Los operadores de cruceros marítimos quieren ser tenidos en cuenta por los organizadores de convenciones y eventos. Y para eso ofrecen como atractivos el control del gasto y la presencia en las sesiones, en torno a una oferta nacida para el viajero vacacional pero que se puede adaptar perfectamente al corporativo. Desde sesiones de brainstorming a fiestas memorables, desde formaciones a programas de teambuilding... todo en un mismo espacio con sólo soltar amarras.
Este producto busca hacerse un hueco entre las empresas, más grande del que ya tiene para incentivos. Son varias las ventajas: desde la facilidad en cuanto a tamaño para privatizaciones completas a la flexibilidad en los horarios y adecuación de espacios para convenciones programadas en los tiempos de travesía. Con el aliciente de que siempre se llega al centro de las ciudades y la ribera siempre está presente.