Por Cristina Cunchillos
Pintura con luz
Con casi 2.800 horas de sol anuales, Lisboa es conocida como la Ciudad de la Luz y por eso la agencia O2 Aventura, que opera en toda la Península Ibérica, propone en este destino una actividad en la que los participantes se convierten en destellos de luz que, unidos, componen logos e imágenes verdaderamente impactantes.
El Light Painting es una técnica fotográfica que consiste, literalmente en “pintar con luz”, moviendo objetos iluminados ante la cámara en fotografías de larga exposición. Tras recibir unas pautas técnicas de expertos, los participantes empiezan a “jugar” con la luz, creando dibujos con la estela que dejan ante la cámara y aprendiendo cómo, tanto en este juego como en la vida, todos los miembros del equipo son importantes y sus acciones siempre dejan un rastro.
Una vez han practicado la técnica con ejercicios cada vez más complejos, acometen el reto de generar entre todos una imagen especial asociada con la empresa, por ejemplo recreando el logo o interpretando los valores corporativos con movimientos de luz. Solo queda hacer click en la cámara para que quede plasmado su esfuerzo en una foto irrepetible que se llevarán de recuerdo.
“Destructoterapia”
La “destructoterapia” es una técnica que nació en Japón para ayudar a los ejecutivos estresados a liberar la tensión rompiendo todo tipo de objetos y que la agencia española Kaizen ofrece como una divertida y curiosamente reconfortante actividad de teambuilding.
Se puede comenzar con una sesión educativa sobre la gestión del estrés. Después los participantes se preparan para desahogarse con la ropa y el material de protección adecuados. Empezando por pequeñas acciones, como pinchar globos o lanzar huevos, van destruyendo diferentes objetos, cada vez más grandes, de forma gradual: desde hacer 
añicos una vajilla entera a derrumbar un muro a mazazos. Se trata de un ejercicio físico intenso en el que se liberan endorfinas y se reduce el nivel de ansiedad y estrés. Es también un momento de risas con los compañeros. Tras esta primera fase de liberación y euforia, se termina con un momento de relajación con música.
