Un viaje de larga distancia en clase de negocios es sinónimo de llegar descansado: los aviones más modernos del mercado no sólo gozan de mejores sistemas de iluminación y presurización. Las compañías rivalizan en aquello que el pasajero más aprecia: su asiento y los servicios asociados a él. Habrá quien no se impaciente por llegar a destino.
Las aplicaciones han revolucionado el trabajo diario y no sólo el del usuario: alma cenar contenido, compartirlo y manipularlo en equipos organizados previamente son una realidad que nos permite afirmar que la oficina mejor equipada puede estar en el bolsillo.
Eventos en cruceros, ya sean marítimos o fluviales... suena cada vez menos exótico porque cada vez es más común, aunque sin perder ese atractivo que supone trabajar en un lugar que muchos sueñan para sus vacaciones. Las navieras lo saben y tienen en cuenta a los grupos de trabajo a la hora de crear producto. Los proveedores nos lo confirman.
Dolor de espalda, molestias en cuello y hombros... y hasta trombosis, pueden ser el resultado de un viaje largo que no solamente impida cumplir con el objetivo del desplazamiento sino llegar a destino: éstos son algunos consejos para aterrizar en un estado saludable.
El mercado del rent a car cuenta hoy con un nutrido número de empresas y una vasta oferta de servicios, modelos, tarifas y condiciones para cualesquiera que sean los clientes de empresa y sus necesidades. El viajero de negocios demanda agilidad, puntualidad, precios ajustados... y más.
A la hora de dejar la oficina hay que pensar en la vuelta. Para un regreso fácil es importante dejar las cosas en orden, teniendo claro qué es prioritario al volver y dejar pendiente lo menos posible. Y despedirse adecuadamente. Ser eficiente con las tareas mientras se está fuera empieza por pensar en ellas antes de irse.
La seguridad en eventos y viajes corporativos exige anticiparse a todo tipo de incidencias —desde cancelaciones de vuelos y fallos técnicos hasta emergencias médicas, robos o ciberamenazas— para proteger tanto a los participantes como a los equipos que hacen posible el programa. Contar con pólizas de seguro flexibles y adaptadas a las necesidades reales de cada evento, entendiendo sus coberturas y exclusiones, es clave para mitigar riesgos y garantizar el éxito de la experiencia.
Latinoamérica entra en el año nuevo acaparando las predicciones más optimistas: se espera que, en la línea de Norteamérica, y al contrario de lo que ocurrirá en Europa y Asia-Pacífico, las empresas inviertan más en eventos, principalmente en incentivos, destinando más presupuesto que en 2014 y superando la duración media internacional.