Por Cristina Cunchillos

A toda vela

El DMC turco DMT (Destination Management Turkey) propone un teambuilding a bordo de una típica goleta turca mientras el grupo navega en torno a la histórica ciudad de Bodrum. No se trata de un crucero de placer: hay mucho trabajo a bordo y todos colaboran. El grupo se divide en equipos y cada uno debe diseñar su propia bandera. Una vez a bordo se asignan los diferentes roles decidiendo quién es el capitán del barco, el segundo al mando, el cocinero y los marineros de cubierta. Cada cargo tiene sus responsabilidades y todos requieren disciplina. Cada cual se viste según su rango, con delantal para el cocinero y hombreras para la más alta jerarquía.

Las tareas y los cargos cambian cada día, de tal modo que todos los participantes tienen la posibilidad de estar al mando. También todos tendrán que lavar los platos en algún momento. Se trata, en definitiva, de un esfuerzo compartido en el que todos contribuyen para alcanzar un bien común: disfrutar de un maravilloso crucero.