Por Cristina Cunchillos

La progresiva recuperación de la economía global en los últimos años se ha visto reflejada en un gradual aumento de las operaciones MICE. La consultora Allied Market Research prevé un crecimiento anual de la industria del 7,5 % entre 2017 y 2023. Con el retorno de la confianza, las empresas vuelven a invertir en la organización de convenciones y viajes de incentivo. Pero no todo es de color de rosa.

La incertidumbre se ha convertido en norma, tal y como apunta el analista Rob Davidson en su Informe Global de Tendencias. La inestabilidad social y política y el recuerdo de una crisis económica aún reciente (y en algunos casos, aún presente), llama a la prudencia. Hay mayor inversión, pero no derroche.

Más convenciones y viajes de incentivo

Este panorama es el que nos presentan las agencias de viajes especializadas cuando se les consulta por sus mercados y las tendencias que están marcando este año. Si bien los comentarios transmiten un optimismo general existen matices, así como diferencias regionales.

Aunque se celebran más convenciones y viajes de incentivo, los presupuestos tienden a ser más ajustados y la presión sobre los organizadores exigiendo un retorno en la inversión (ROI, por sus siglas en inglés) es cada vez mayor. Las empresas reconocen el valor de estas operaciones y los beneficios a largo plazo. Por eso antes de descartarlas optan por reducir el número de participantes o los días de duración con el fin de controlar mejor el gasto.

Destinos alternativos

El presupuesto determina la elección del destino y, sobre todo en los países donde la economía no es boyante, se opta por sedes dentro del territorio nacional. La seguridad es el otro factor fundamental, hasta el punto de replantearse destinos tradicionalmente populares que han sufrido recientes atentados: es el caso de Barcelona. Por otro lado, prevalece el ansia de ofrecer nuevas experiencias y, dentro de las limitaciones presupuestarias, crece el interés por destinos considerados exóticos, como Asia, o la búsqueda de ciudades alternativas a las sedes más habituales.

No se trata solo de nuevos destinos, sino de una constante innovación en los formatos, contenidos o incluso el mobiliario de las convenciones. Sin olvidar la necesaria inclusión de la tecnología. Muchos son los retos a los que se enfrentan las agencias, pero se resumen en ofrecer propuestas innovadoras con limitaciones económicas. Las claves para conseguirlo: su experiencia y creatividad.

Sobre este tema hemos entrevistado a:

Santiago Baldó
Gerente MICE de Viajes El Corte Inglés (España)
“Las empresas miran mucho los costes para gastar lo estrictamente necesario”

Adriana Melquiades
Jefa de ventas LATAM y México de CWT Meetings and Events (México)
“En 2018 aumentaron los viajes de incentivo y esperamos que eso se mantenga”

Sebastián Assiz
Gerente de reuniones e incentivos de Action Travel (Argentina)
“Antiguos temas de la convención anual se abordan desde otros departamentos”

Patricia Alanis
Propietaria de Palanisa (Chile)
“Lo que más vendemos son viajes que proveedores ofrecen a sus clientes”

Rudolf Rannegger
Director general adjunto de MCI España y Portugal
“Portugal, y en particular Lisboa y Oporto, están creciendo mucho”

David Sánchez
Director de incentivos de Pangea (España)
 “El destino de moda finalmente es el que representa un fee más bajo”

Tony Cantu
Director de oficina Ciudad de México de HRG – México
“La demanda se reduce por el descenso de los presupuestos para convenciones”

Silvana Biagiotti
Directora Ejecutiva de SB Congresos & Eventos (Argentina)
“Las empresas argentinas se están quedando en el país por la devaluación del peso”