Por Javier García
Fomentar el trabajo en equipo y el compañerismo; descubrir y explotar el talento y cualidades de los empleados; inculcar los valores y cultura de la empresa y, además de eso, disfrutar de un momento de entretenimiento en el que dejarse llevar y ser uno mismo, más allá del encorsetamiento del traje y la corbata y de los roles que cada uno desempeña dentro de la compañía. Éstos son a priori los objetivos de cualquiera de las actividades de teambuilding que se organizan en la actualidad.
Sin embargo, no todo lo que se comercializa como teambuilding realmente lo es. No faltan voces en esta industria que reivindican una mayor profesionalización y la huída de actividades estrictamente recreativas que no aportan nada desde el punto de vista de la obtención de mejores resultados.
Personas únicas para equipos únicos
Hacer teambuilding es construir equipos de trabajo. Y cada equipo está formado por personas diferentes cuyos perfi les han de ser tenidos en cuenta. Por eso, además de formativas, divertidas e integradoras, las propuestas deben incluir una atención escrupulosa a quienes participan: cuanto más se adapte la actividad a todos los que formarán parte, más posibilidades hay de conseguir los objetivos impuestos por la empresa cliente. Si bien el paso pre vio es que la agencia organizadora conozca bien en qué consisten esos objetivos y no siempre es fácil discernir qué es lo que realmente se persigue.
Personas relevantes de la industria MICE nos ayudan a es clarecer con qué fin se organiza un teambuilding, qué me tas quiere alcanzar quien contrata este tipo de actividad y qué deben ofrecer los organizadores para generar aquello que se busca.
No hay que olvidar que cualquier programa supone una inversión que hay que medir: no se trata sólo de pasarlo bien, reirse un rato con los compañeros o hacer que los diferentes miembros se conozcan y valoren. Aunque eso también debe formar parte de la huella que deje la jornada en cada uno de los asistentes.
Provocar el “chispazo”
Un programa de teambuilding exitoso pue de acabar resultando una mina de talento. “Un chispazo deslumbra pero lo importante es que ilumine”, afirma Ana Jimeno, de Repsol, para quien lo importante es que las habilidades que ocasionalmente se puedan descubrir sean apoyadas y estimuladas en el entorno laboral.
Así se conseguirá que se conviertan en fortalezas habituales además de herramientas que ayudarán a solucionar conflictos y solventar situaciones difíciles.
En una actividad de teambuilding todos juegan para ganar. El reto es conseguir que cada participante desee vencer de manera individual para que con ello todo el equipo suba al podio de la empresa.
Sobre este tema hemos entrevistado a:
Griselda Serra
Directora RRHH de Henkel Ibérica
“El teambuilding pone de manifiesto el talento”
Ana Jimeno
Directora de Selección, Desempeño y Desarrollo de Repsol
“Divertirse juntos ayuda a superar situaciones de estrés”
Ona García
Responsable de Talent Management de Bayer
“El teambuilding es la base para construir equipos de alto rendimiento”
Rogelio Gracia
Travel manager de Pfizer España
“Es un buen instrumento para conocer las capacidades del equipo”
Sergio Pizzagalli
Director de Infoba DMC (Argentina)
“Todas las actividades bien diseñadas dejan una impronta”
Héctor Rodríguez
Fundador y jefe de Proyecto de Marca Condal
“Los programas estándar no valen para conseguir resultados”
Iñaki Collado
Director de Imagine Events
“Medimos el ROI de cada propuesta”
Marc Glatigny
Presidente de Colombia en Colores DMC
“Lo más importante es fomentar la cohesión de los grupos”