Por Cristina Cunchillos
No hay duda de que la tecnología ha transformado el mundo de los viajes en las últimas décadas: esta “revolución” se resume básicamente en la agilización de los procesos y la personalización de la experiencia del viajero.
La lista de innovaciones tecnológicas que a día de hoy mantienen vigente ese carácter revolucionario de la tecnología aplicada al turismo es interminable. Sabre Labs destaca en su informe Emerging Technology in Travel 2017 tres tendencias que marcarán los próximos adelantos. En primer lugar, el análisis cada vez más extendido del big data por parte de aerolíneas y hoteles, lo que les permite ofrecer un servicio cada vez más personalizado.
En segundo lugar, destaca la creciente aplicación de la realidad virtual como sustituta de las presentaciones de destinos, Internet o las guías de viajes: es una herramienta cada vez más utilizada por las agencias para estimular la venta, ofreciendo a sus clientes la oportunidad de familiarizarse con el destino o el hotel antes de viajar.
Una nueva manera de comunicar
Por último, apunta al cambio en la manera de comunicar entre proveedores y clientes: aerolíneas como KLM, Air Europa, Vueling o Avianca utilizan chatbots o asistentes virtuales para comunicarse con sus clientes por Twitter o Messenger. Confirman reservas, envían las tarjetas de embarque o actualizan la información requerida por el viajero. También le dan la bienvenida una vez en destino indicándole dónde recoger su equipaje, entre otros servicios.
Lufthansa va aún más allá con su asistente Mildred para Facebook Messenger: utilizando tecnología de síntesis de voz llega a recomendar los mejores precios en los vuelos que interesan al pasajero.
Además de la comunicación, las redes sociales permiten ejecutar procesos de maneras hasta ahora desconocidas: desde la función City Guides de Facebook se pueden reservar hoteles y restaurantes, aunque actualmente en un número limitado de establecimientos; con Whatsapp se pueden comprar billetes de avión, reservar hotel…
Apps para todo
Otras aplicaciones móviles ofrecen servicios que hasta hace poco no se podían llevar consigo en el smartphone: Skyguru, por ejemplo, ayuda a perder el miedo a volar; Securis alerta al usuario si se adentra en zonas peligrosas; Ayruu le permite socializar con otros pasajeros en su mismo vuelo… la lista de funciones aso ciadas a los desplazamientos que se pueden encontrar en la mano del viajero es casi infinita.
Las agencias de viaje ofrecen apps propias para ayudar a sus clientes: Travel Angel de Nego Servicios coordina todos los aspectos del itinerario y los ordena en el teléfono móvil, permitiendo prescindir de cualquier documentación en papel. Carlson Wagonlit Travel está actualizando su aplicación CWT To Go para permitir dialogar por chat con un agente o saber qué colegas de trabajo se encuentran en el mismo lugar.
En el aeropuerto
Con el crecimiento del tráfico aéreo parecen inevitables las largas colas en caso de facturar equipaje o la espera para superar los controles de seguridad. Compañías aéreas y aeropuertos están invirtiendo en cómo agilizar estos procesos y reducir la congestión, garantizando al mismo tiempo la seguridad de los pasajeros.
En ese sentido, la tecnología biométrica se presenta como una solución rápida y segura y ya se está poniendo a prueba en varios aeropuertos. British Airways en Londres-Heathrow y KLM en Ámsterdam-Schiphol utilizan el reconocimiento facial para verificar la identidad de los pasajeros en algunas puertas de embarque. Finnair, por su parte, está probando esta tecnología en un mostrador de facturación en Helsinki. Delta la usa en las máquinas de auto-facturación y entrega de equipaje en el aeropuerto internacional de Minneapolis-St Paul.
Por otro lado, los aeropuertos utilizan software como Beontra para analizar diferentes variables y planificar dónde y cuán do necesitarán abrir más mostradores. SITA Lab ha creado un quiosco robótico que identifica dónde están las mayores colas y se traslada allí para ayudar con la facturación.
Del avión al hotel
Ya en el avión, los viajeros se pueden relajar con el entretenimiento propuesto a bordo o con sus propios contenidos sin temor a que se agote la batería de su dispositivo. También trabajar o relajarse con el wi-fi de calidad propuesto por numerosas compañías. Los clientes de Lufthansa pueden además usar sus smartphones no sólo para elegir programa y modificar la posición de su asiento.
A la llegada, y para evitar que la recogida del equipaje se con vierta en motivo de ansiedad, el sistema Haqiba de Qatar Airways permite seguir la maleta a través del móvil, desde la facturación al momento en que se deposita en la cinta. El viajero puede optar por localizado res portátiles como Circo S de Hacer.
Finalmente, nada más cómodo que un robot que transporta el equipaje hasta el vehículo de recogida: es lo que está ensa yando Japan Airlines en el aeropuerto de Fukuoka en Japón con su vehículo autodirigido Omron LD Mobile Robot. En el futuro, los viajeros podrán invertir en una maleta inteligente como Olive de IKAP Robotics, capaz de seguir a su dueño.
Hoteles del futuro en el presente
La tecnología también está transformando los hoteles. Según un estudio de Oracle Hospitality y Phocuswright, el 64% de los huéspedes considera muy importante que las cadenas continúen invirtiendo en tecnología que les haga disfrutar de una mejor experiencia.
Los robots-conserje con inteligencia artificial son ya una realidad en el hotel HennNa en Japón. Hilton puso esta tecnología a prueba a través de su robot Connie, que aconseja a los huéspedes dónde ir en el destino. El uso de androides tardará en generalizarse; entretanto otros avances se hacen hueco en la realidad cotidiana de los clientes: el check-in a través del smartphone, la apertura de la puerta de la habitación con una pulsera que alberga el chip que además recoge los servicios contratados, el control de la luz de la habitación o la comunicación con la plantilla del hotel vía tableta…
Lo que hace poco parecía ciencia ficción nos demuestra que el futuro ya está aquí.